Qué están haciendo -y sugiriendo- las autoridades para saber más sobre los posibles avistamientos de drones
El aluvión de posibles avistamientos de drones llevó a los políticos locales a presionar a los funcionarios federales para obtener más información, y los legisladores propusieron diversos métodos para hacer frente a estos artefactos aéreos.
En el Congreso se está tramitando legislación contra los drones. Hay helicópteros vigilando aeronaves no tripuladas en Pensilvania. Y el Gobierno estadounidense está enviando sistemas de detección y seguimiento de drones a dos instalaciones militares de Nueva Jersey, según informaron este lunes fuentes a CNN.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca trató de tranquilizar a la opinión pública y dijo que la mayoría de lo que se informa como avistamientos de drones son en realidad aeronaves operadas legalmente, o incluso estrellas.
“Evaluamos que los avistamientos hasta la fecha incluyen una combinación de drones comerciales legales, drones de aficionados y drones de las fuerzas del orden, así como aviones de ala fija tripulados, helicópteros e incluso estrellas que fueron reportadas erróneamente como drones”, dijo el asesor de Comunicaciones de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, a los periodistas este lunes.
“No hemos identificado nada anómalo ni ningún riesgo para la seguridad nacional o la seguridad pública sobre el espacio aéreo civil de Nueva Jersey u otros estados del noreste”.
A pesar de la falta de amenazas, Kirby hizo hincapié en que el Gobierno está apoyando a las autoridades estatales y locales “con la tecnología y el apoyo respaldo de las fuerzas del orden”.
Aquí más información sobre lo que las autoridades dicen que están haciendo -y aseguran que podrían o deberían estar haciendo- para descubrir el origen y la finalidad de los posibles drones.
Varios estados en los que se informó de posibles drones anunciaron que están desplegando sistemas de detección de vehículos aéreos no tripulados.
Los sistemas enviados por el Gobierno a Nueva Jersey están en proceso de trasladarse al Arsenal Picatinny, en el norte de Nueva Jersey, y a la Estación de Armas Navales Earle, en el centro de Nueva Jersey, dijeron los funcionarios. No estaba claro cuándo llegarían o estarían operativos los sistemas.
El Gobierno de EE.UU. también tiene que determinar las autoridades legales bajo las cuales los sistemas pueden operar, dijeron los funcionarios, lo que requiere la coordinación entre los secretarios de Defensa y Transporte.
Se avistaron drones cerca del Arsenal Picatinny y sobre el campo de golf del presidente electo Donald Trump en Bedminster, según funcionarios militares y legisladores estatales. Los avistamientos llevaron a la Administración Federal de Aviación a imponer restricciones temporales de vuelo sobre esas propiedades.
Nueva York y Connecticut también anunciaron el uso de sistemas de detección de drones.
En Pensilvania, la Policía estatal está volando helicópteros para tratar de “determinar de dónde proceden estos drones y cuál es su propósito”, dijo este viernes el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que está pidiendo al Departamento de Seguridad Nacional que despliegue sistemas especiales de detección que utilicen tecnología de 360 grados para detectar drones.
“Si existe la tecnología para que un avión no tripulado se eleve al cielo, sin duda existe la tecnología que puede rastrear la nave con precisión y determinar qué está pasando”, dijo Schumer este domingo al hablar de la tecnología.
Aunque la mayoría de las autoridades dieron pocos detalles sobre el tipo de sistemas que están desplegando, Vijay Kumar, decano de Ingeniería de la Universidad de Pensilvania, declaró a CNN que existen unos cuantos métodos para vigilar drones, y que los mejores sistemas utilizan múltiples técnicas. La detección por radar, la detección por radiofrecuencia, la detección acústica y los sensores ópticos e infrarrojos pueden utilizarse para rastrear drones en distintos entornos.
“Las principales dificultades para detectar y rastrear drones se derivan de su pequeño tamaño, su agilidad y su potencial de funcionamiento autónomo”, explica.
Cualquier “enfoque realista” para rastrear drones tiene que utilizar datos de múltiples sensores diferentes, dijo Kumar. Y los “algoritmos de aprendizaje profundo”, que pueden combinar múltiples tipos de datos y mejorar la precisión, “se perfilan como el mejor enfoque para resolver este problema, añadió.
Matt McCrann, consejero delegado de DroneShield, que fabrica y vende tecnología contra drones, declaró a CNN que lo más probable es que las fuerzas del orden utilicen sistemas pasivos de radiofrecuencia para vigilar los drones.
Estos sistemas “no interfieren con otras señales existentes y, dependiendo de la metodología, pueden ser totalmente compatibles con las consideraciones de privacidad”, afirmó McCrann.
El primer paso ante un dron sospechoso o que infrinja la ley es “localizar al piloto si es posible, llegar a la fuente”, añadió. Solo si eso no es posible, las fuerzas del orden deben utilizar otros métodos, como “interferir las señales de los drones y obligarlos a volver a “casa” o a su punto de origen, u obligarlos a aterrizar donde estén comprometidos”.
“Jamming” -interferencia deliberada de las señales de radio utilizadas para la comunicación entre los drones y sus operadores- puede plantear sus propios problemas. Jonathan Rupprecht, abogado especializado en drones, piloto comercial e instructor de vuelo, explicó este lunes a CNN que puede interferir inadvertidamente con otros dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y Wi-Fi.
Según Michelle L.D. Hanlon, directora ejecutiva del Centro de Derecho Aéreo y Espacial de la Facultad de Derecho de la Universidad de Mississippi, las fuerzas del orden necesitarían una orden judicial para interferir en las señales de radio de un dron.
Hanlon señaló que la vigilancia intensiva de drones corre el riesgo de infringir la legislación sobre privacidad, incluida la Ley de Privacidad de las Comunicaciones Electrónicas de 1986 -la llamada Ley de escuchas telefónicas-, que prohíbe la interceptación no autorizada de comunicaciones alámbricas, orales o electrónicas.
Hanlon añadió que muchas “incursiones” de drones -como las que se producen en el espacio aéreo restringido sobre instalaciones militares- pueden ser “involuntarias”.
“Muchos drones son piloteados por muchachos de 16 o 17 años”, explicó.
Las autoridades estatales y locales, añadió, están actualmente muy limitadas en cuanto a lo que pueden hacer si identifican un dron sospechoso. “Ni siquiera los militares saben o pueden responder”, explicó.
Además de pedir más tecnología de detección, los legisladores también proponen nuevas leyes que podrían ampliar la autoridad federal o local sobre los drones.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, pidió al Congreso que apruebe la ley federal de seguridad, protección y reautorización de la autoridad contra los UAS, que según ella “daría a Nueva York y a nuestros homólogos la autoridad y los recursos necesarios para responder a circunstancias como las que afrontamos hoy”. UAS es un acrónimo de “Unmanned Aerial System” (sistema aéreo no tripulado), otro término para drones.
El borrador del texto de la ley, patrocinado por el representante republicano Mark Green, de Tennessee, dice que permitiría a la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA) “incautar, ejercer el control o confiscar de cualquier otro modo un sistema aéreo no tripulado o una aeronave no tripulada”.
Por otra parte, el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, de Nueva York, dijo este lunes que tiene previsto intentar aprobar una ley que faculte a los funcionarios locales para responder a los presuntos avistamientos de drones.
Schumer dijo que las autoridades locales de Nueva York y Nueva Jersey no tienen autoridad ni recursos para “llegar al fondo” de los avistamientos, ya que se trata de una jurisdicción federal.
Actualmente, los drones están regulados casi en su totalidad por el Gobierno federal.
“Si está volando en el espacio aéreo nacional, realmente en el espacio aéreo, entonces ese es el control exclusivo del Gobierno federal”, dijo Rupprecht a CNN el lunes.
Los drones que pesen más de 0,25 kg tienen que estar registrados en la FAA, y deben cumplir con la identificación remota, que permite a un dron en vuelo emitir información de identificación. Los drones que vuelen durante la noche también deberán llevar luces anticolisión. La altitud máxima permitida es de 120 metros sobre el suelo y la velocidad máxima de 160 km/h.
El Departamento de Seguridad Nacional tiene cierta autoridad para hacer frente a los UAS -sistemas aéreos no tripulados- a través de la Ley de Prevención de Amenazas Emergentes de 2018.
Pero también hay límites a la autoridad federal sobre los drones.
“Solo hay ciertas agencias que tienen cierta autoridad para interceptar, monitorear, drones”, dijo Rupprecht.
Hanlon describió el entorno legal actual como una “verdadera especie de guerra territorial, si se quiere, entre el gobierno federal y los estados.”
“La FAA se encarga de garantizar la seguridad del espacio aéreo nacional”, dijo. “Pero lo que no tenemos es una definición de dónde empieza el espacio aéreo nacional y dónde acaba el local”.
Para ayudar a dar más poder a las autoridades locales, Rupprecht afirmó que recomendaba “restricciones muy estrechas a nivel de estatuto” – como los requisitos para que los operadores de drones registren sus aeronaves a nivel local, así como con la FAA.
Señaló que, según el USC 40103, los ciudadanos estadounidenses tienen “un derecho concedido por el Gobierno federal” a volar en el espacio aéreo nacional. Unos 792.000 drones están registrados en la FAA, y muchos de los avistamientos de drones denunciados pueden ser artefactos que se ofrecen “perfectamente legales”, dijo.
Por lo tanto, cualquier legislación que conceda más autoridad a las fuerzas de seguridad locales también debe equilibrar el derecho de los ciudadanos a volar drones de forma segura y legal, dijo.
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